Primero que nada hay que aclarar que ser introvertido no es ser anti social, un introvertido viene a ser una persona que no expresa sus emociones y pensamientos de forma tan espontánea como las demás, mientras que un antisocial es aquel que rechaza tener una vida social. Ambos gozan de ciertos beneficios en estos tiempos de crisis dónde nos vemos obligados a permanecer en casa y evitar entrar en contacto con personas del mundo exterior. Ya que la socialización es una necesidad humana la frecuencia con que se lleva a cabo puede causar muchas repercusiones en nuestra vidas. Socializar es como una droga... ok quizás esa no sea la mejor forma de escribirlo. Creo que la mejor analogía sería compararlo con el alcohol. Especialistas creen que consumir algo de alcohol al año puede ser beneficioso para el cuerpo, pero si consumimos mucho entonces nos hará daño y generará adicción. Lo mismo pasa con la socialización humana, si consumes mucho de ella te volverás un adicto que en tiempos de cuarentena te causará síndrome de abstinencia. Más abajo les contaré un caso de alguien que sufrió esto.
1. Menos probabilidad de ansiedad:
Decir que los introvertidos no sufren de ansiedad sería mentir. Pero algo que sí puedo decir con seguridad es que tenemos menos razones para estar deprimidos por no salir ya que no sufrimos del síndrome de abstinencia causado por dejar de socializar de golpe. Mi hermano tiene un amigo super extrovertido de la clase de personas que cada semana está dando una fiesta o asistiendo a una. Pongámosle de nombre Federico ¿Cómo creen que se siente Federico ahora que lleva meses sin poder salir? Para que se hagan una idea de su estado actual les diré que tiene que ir a terapia virtual, al pobre le dio depresión severa y llora cada cierto tiempo. Entiendo que alguien que viva de sus ingresos que obtiene en un trabajo en la calle se deprima, porque el ya no poder trabajar por culpa de la pandemia sin duda le causará dificultades, pero es ridículo ver este cuadro de depresión en alguien que no le falta nada en su casa ni tenga problemas familiares que le motiven a salir de ahí.
2. El cambio de rutina no es tan grave
Cómo dije, ser introvertido no es ser anti social, pero en algunos casos la diferencia es tan poca que es fácil confundirse. Hay quienes tienen la costumbre de no salir de casa si no es ABSOLUTAMENTE necesario. Por lo que ese estilo de vida los entrenó perfectamente para la cuarentena, la única diferencia primordial sería levar mascarilla. Acostumbrarse al cambio es necesario para que sobrevivir e incluso para la evolución, por lo que la supervivencia del más apto debería apoyar a los introvertidos mientras la humanidad pasa por todos los cambios a su estilo de vida en el 2020.
En conclusión, en tiempos de aislamiento y cuarentena lo mejor es ser introvertido. Al serlo tienes un estilo de vida perfectamente equilibrado entre socializar lo necesario para satisfacer tus necesidades humanas pero no tanto como para que al dejar de hacerlo sufras todo lo que sufre el resto de personas que lastimosamente generaron adicción a la socialización.