jueves, 13 de julio de 2023

Anécdota #6: La niña vs la abuela

Hace poco mi profesora nos hizo hacer un debate para tener consciencia sobre la toma de decisiones de una inteligencia artificial (IA). El tema era: si un auto controlado por una IA pierde el control y tiene al frente a una niña y su abuela, ¿a quién debería atropellar?

 


Antes de continuar quiero aclarar algo: valoro la vida humana y lo último que deseo es decidir quienes deben morir o vivir, pero mi nota estaba en juego, así no había lugar para sentimientos, debía mantener mi cabeza fría y centrada.


A mi grupo le tocó justificar el atropello de la abuela.

Yo salí en nombre de mi grupo a debatir con otro grupo que iba a justificar el atropello de la niña. Tenía todos mis argumentos listos. Parafraseando un poco mi presentación fue la siguiente:

-Para tratar este tema debemos basarnos en 3 puntos clave- dije a la profesora y a mis compañeros -Estos son la empatía, la estadística y la lógica.

Para el primer punto debemos pensar sobre quién dolería más su muerte. Pensemos en los padres. ¿Qué es en lo que todo padre sueña? ¿Enterrar a sus hijos o que estos los entierren a ellos? 

Para la estadística debemos preguntarnos cuál es la esperanza de vida de las personas. ¿Quién tiene más posibilidades de vivir más tiempo? Sé que suena feo decir que la abuela por ser mayor la debemos dar por muerta, pero por estadística ella está con menos tiempo de vida.

Por último, para la lógica debemos pensar esto: si la abuela vive, ¿quién la cuidará a ella y a los padres? Morirán solos sin nadie que vea por ellos. Para la muchas familias de nuestro país la esperanza de tener un mejor futuro yace en los hijos. Y si la abuela fallece estaríamos condenando a los padres a morir en abandonados y llenos de dolor. ¿No estaría la abuela dispuesta de evitar que todo esto pase y salvar a su nieta?-

Mientras hablaba todo eso miré a mi profesora. Sus ojos abiertos me dejaban bien en claro que en su vida había escuchado a alguien hablar tan calmada y fluidamente sobre justificar la muerte de un inocente, pero eso era parte de mi papel a interpretar, no me darían puntaje completo si me veía inseguro, así que me esforcé por hablar con total tranquilidad para justificar esa muerte. NO era porque me gustase que otros mueran o algo así. Y qué decir de mis compañeros. Si algunos se habían quedado dormidos por aburrimiento ahora estaban despiertos sin creer lo que escuchaban.

Mi oponente me contestó con preguntas sobre cómo saber realmente el tiempo de vida que le queda a una persona o diciéndome que asumo cosas. Pero me mantuve aferrado a la imbatible combinación de la estadística, la lógica y la empatía. Simplemente no tuvo oportunidad.

Para cuando la profesora dijo que el tiempo terminó volví a mi sitio triunfante escuchando los aplausos de mis compañeros, creo que fue el debate más aplaudido de ese día. Estaba orgulloso, había logrado realizar un debate excelente y asegurado una buena nota. ¿El precio? Dejarle a todos la impresión de tener un psicópata pragmático como compañero de clase, pero aún mis compañeros de grupo me felicitaban por haberlos representado y ganado el debate, y todos en salón pasaron un buen tiempo divirtiéndose.

Algo así me aplaudieron todos en el salón

En conclusión, la vida humana es valiosa y nosotros realmente no somos los más capacitados para saber quienes deben vivir o morir, así que no lo quiero hacer. Pero al menos en esta ocasión divertí a todo mi salón haciéndolo, ver sus sonrisas y la de mi profesora fue bastante satisfactorio.

sábado, 8 de julio de 2023

Reseña: Welcome to the NHK


Esta reseña es SIN spoilers.


Este anime es algo peculiar para mi. La primera vez que comencé el capitulo 1 en mi ultimo año del colegio, no lo terminé de ver, era de los primeros animes que veía y fue muy exagerado para mi. Pasó un buen tiempo hasta que retomé el anime. No recuerdo por qué decidí darle una segunda oportunidad, pero lo hice y lo terminé.

Me es difícil describirlo de forma corta para quienes me preguntan de qué trata, y es que este anime es muchas cosas, pero principalmente trata sobre la depresión. A diferencia de animes como Komi-san o las 2 versiones de Bocchi, Welcome to the NHK trata estos temas desde un plano más maduro, principalmente porque el protagonista no es una chica tímida de colegio, sino un joven adulto.


Acá conocemos a Tatsuhiro Satou, quien iniciando la universidad salió corriendo y se encerró en su casa en la cual lleva viviendo casi 4 años aislado del mundo siendo un hikikomori, lo que se podría considerar como un nini (ni estudia ni trabaja), pero todavía peor. En su aislamiento, él genera una paranoia donde culpa todo lo malo de su vida que lo ha llevado a terminar en ese estado a una organización que llama NHK, que conspiran para volver a la gente como él en hikikomoris.

Un día conoce a una chica que le llama al parque en la noche para poder "curarlo" de su condición de hikikomori. Allí le propone un contracto para tener una serie de sesiones para leer con él e intentar psico-analizarlo.



La historia de Satou no es la única contada, mediante su vida diaria y estas sesiones nocturnas nos topamos con más personajes rotos por dentro que luchan para sobrellevar su vida adulta y las presiones que esta conlleva, adicciones, futuros prometedores que terminaron en nada, sueños rotos, etc.


El anime puede llegar a hacerte reír por el protagonista cuando sobrepiensa las cosas y culpa al NHK de lo que pasa. También te puede hacer sentir tristeza por lo que pasa en la vida de los personajes. También hay veces donde la historia abandona toda comedia hasta llegar a un suicidio colectivo (así de seria se llega a poner la historia).


En conclusión. ¿Recomiendo verlo? Sí, pero no a todos. Si quieres algo tranquilo para relajarte, ni lo sueñes. ¿Quieres algo que lleve tus emociones por una montaña rusa o deseas algo para ponerte a pensar? Entonces te recomiendo esto como buen material de psicología.

El efecto Lewis Carroll

Odio la poesía. Y no suelen gustarme los villanos. Me aseguro que muchos lo sepan. Pero por alguna razón cuando escuché el poema de La morsa...