martes, 24 de noviembre de 2020

5 cosas que te pasarán si eres zurdo

 1. Te preguntarán si eres zurdo (POR TODA TU VIDA):

Siempre, sin excepciones, por más que te vean escribiendo con la mano izquierda y sea evidente que eres zurdo, te preguntarán la pregunta que oirás por muchos años: ¿Eres zurdo? Me hicieron esa pregunta por toda primaria, mucho tiempo en la secundaria, algunas veces en la universidad y si tienes trabajo te lo preguntarán ahí. ¿Es que jamás habían visto un zurdo? Aunque debo admitir que siendo zurdo también me entusiasmo cuando me entero que otra persona es zurda.





2. Mancharás tu mano y/o tu papel cuando escribas:

Cuando eres zurdo tu mano pasa por dónde acabas de escribir, así que terminar de escribir o dibujar algo con lápiz y ver grafito en tu  mano se volverá  muy común. En el peor de los casos se manchará la hoja dónde acabas de trabajar, eso sí será un problema si estás haciendo una tarea para el colegio. Hubo un curso que llevé en la universidad, se llamaba dibujo en ingeniería, en ese curso usábamos nuestros tableros de dibujo y varios tipos de lápices para poder hacer vistas de figuras, y la presentación de nuestro trabajo era SUPER importante, entregarlo manchado era prácticamente pecado y perderías puntos por eso. Ya se pueden imaginar el cuidado que debía tener yo siendo un zurdo. Cada vez que terminaba de dibujar revisaba mi papel y mi mano, cuando me manchaba la mano me limpiaba para asegurarme que eso no manche mi hoja, y si se manchaba la hoja usaba mi borrador para quitar el grafito que embarré.



3. Las carpetas escolares:

Esto puede que no te pase actualmente porque he visto que ahora las carpetas escolares en algunos colegios son diferentes, pero el problema será si tu colegio tiene este tipo de asientos:


¿Se dan cuenta del problema? Esa cosa tiene el espacio para trabajar a la derecha, un diestro solo estira su brazo y puede escribir sin problemas, pero un zurdo tiene que girar para llevar su brazo hasta ahí.




4. Tendrás que cambiar de lugar el mouse cada vez que lo vas a usar:

Los zurdos vivimos en un mundo de diestros, todo está hecho para ellos. Cuando vas a una cabina de internet o usas un computadora que no sea tuya siempre tendrás el mouse al lado derecho de la máquina. Así que tendrás dos opciones, tener que mover el mouse al otro lado del teclado para poder trabajar, o dejarlo dónde está (porque a veces no puedes llevarlo al otro lado) y trabajar con los brazos cruzados.



5. Odiarás las libretas con espiral:

Si estás leyendo esto te aseguro que lo estás haciendo de izquierda a derecha, y cuando escribes también lo haces con esa misma orientación. Lo zurdos tenemos nuestra mano fuera de la hoja cuando empezamos a escribir en el borde izquierdo de la hoja, por lo que sería muy perjudicial tener algo que estorbe nuestra mano cuando empezamos a escribir una línea nueva en cada hoja. Una solución sería no escribir cerca al borde izquierdo, pero no todas las libretas son tan grandes como para permitirnos desperdiciar espacio en cada hoja. Y por escribir en ese borde nos quedan marcas en la mano.



EXTRA: 6. Te quemarían en la hoguera:

Esto solo te pasaría si vives en la edad media. La inquisición consideraba a los zurdos seres demoniacos y siniestros.



domingo, 15 de noviembre de 2020

3 paradojas que tal vez no conocías

Paradojas, si eres fan de los viajes en el tiempo o acertijos de lógica deberías estar familiarizado con esta palabra. A continuación una pequeña lista con paradojas que seguramente no conocías.


1. Paradoja de los gemelos: Nunca has visto a un par de hermanos gemelos y te has puesto a pensar: ¿de qué manera puedo hacer que uno de los gemelos sea mayor que el otro? Pues si te has hecho esa pregunta Einstein tiene una solución. Según él, si hacemos a uno de los gemelos viajar a una velocidad cercana a la luz en el espacio por un tiempo, al volver el gemelo que se quedó en la tierra será más viejo que aquel que se fue al espacio a velocidades cercanas a la luz.




2. Paradoja del cumpleaños: ¿Cuánta probabilidad hay de que alguien se encuentre a alguien con la misma fecha de cumpleaños?  ¿Qué tal si es en un bar con unas 30 personas? Seguramente tu respuesta será: es muy poco probable. Pero la estadística dice que es más alta de lo que parece. Esto se puede demostrar con un cálculo que me enseñaron pero que ya no me acuerdo, o con un ejemplo más sencillo.

Piensa que cada día del año es un vaso vacío. Ahora tienes 365 vasos vacíos frente a ti y uno de esos vasos es una fecha de cumpleaños, pon una pelota pequeña en ese vaso, ahora quedan 364 vasos vacíos. Cuando veas a una persona y veas cuando es su fecha de cumpleaños, será cómo lanzar una pelota en los vasos que estén frente a ti. ¿Qué probabilidad hay de que esa pelota entre justo en el vaso con una pelota adentro? Respuesta: muy poca. ¿Pero qué pasará si más personas lanzan pelotas a los vasos? Entre más pelotas se lancen habrá mayor probabilidad de que una pelota entre en un vaso que ya estaba ocupado. Ahora entra a un bar con 30 personas, cada uno tiene una fecha de cumpleaños, piensa que es como lanzas 30 pelotas en los 365 vasos que tienes frente a ti. Con cálculos se puede decir que con esas 30 personas la probabilidad de tener al menos a dos personas con el mismo cumpleaños es mayor al 50%. Y si fueran más de 57 ahora la probabilidad sería mayor a 99.67% Sin embargo aunque los números digan que esto es muy probable, no recuerdo a ninguno de mi colegio que tuviera su cumpleaños el mismo día que yo. Así que o tengo mala suerte, o realmente esto es una paradoja.



3. La paradoja de Aquiles y la tortuga:

Tienes a Aquiles y a una tortuga en una carrera dónde Aquiles le da a la tortuga una ventaja. La lógica nos dice que antes de poder pasar a la tortuga Aquiles debe primero recorrer la distancia que la tortuga ya recorrió pues ella está delante de él. Entonces cuando Aquiles halla recorrido la distancia que le dio de ventaja a la tortuga, ella ya habrá avanzado un distancia adicional, ahora Aquiles tiene otra distancia más que recorrer, y cuando lo haga la tortuga ya habrá avanzado otra distancia, la cual Aquiles tendrá que recorrer pues partimos del principio de que para poder pasar a la tortuga debe primero recorrer la distancia que ella recorrió. Pero por culpa de ese principio Aquiles jamás podría pasar a la tortuga, pues cada vez que recorre lo que la tortuga ya avanzó ella sigue avanzando y esto se repetirá una y otra vez.



lunes, 2 de noviembre de 2020

Anécdota #1 El sandwich de ají



 Supongo que en todas la familias nunca falta el tío o tía con gustos "raros". Pero dado que en mi familia todos tenemos gustos fuera de lo común, creo que ninguno de nosotros tiene derecho a llamarse lo que la sociedad considera "una persona normal". Dicho esto contaré lo que le sucedió a mi abuelito cuando todavía estaba en el colegio.

No estoy seguro de que tan común sea esto en la actualidad, pero algunos niños en el colegio le quitaban la lonchera a mi abuelito para comerse su comida. Sin duda algo muy molesto, no solo por la impotencia o la rabia de tener que compartir un salón con esa clase de personas, sino por el hambre. Creo que todos estamos de acuerdo que el estómago vacío puede causar estragos en nuestro estado de ánimo.

¿Recuerdan que les dije de los gustos de mi familia? Pues a mi abuelito le encanta el ají. Lo adora desde que era niño, si pudiera viviría solo de comer ají. Un día le pidió a su madre que le hiciera un sandwich de ají para llevarlo al colegio en su lonchera. Muchas madres se hubieran sorprendido por aquel pedido, pero apuesto a que ella ya estaba acostumbrada a la adicción de su hijo por ese delicioso pimiento.

Seguro pensarán que mi abuelito lo hacía para darles una lección a esos niños, pero en realidad él solo lo pidió porque quería comer ají, no para tenderles una trampa, lo que sería una genial idea, sobre todo si quienes te roban la lonchera lo hacen cuando no estás viendo y no sabes a quienes echar la culpa. Viendo esto desde un punto de vista objetivo, mi abuelito saldría beneficiado de todas formas, pues si le quitaban la lonchera y se comían su almuerzo se llevarían una picante sorpresa, y si no lo hacían podría disfrutar de su comida con toda tranquilidad.

Así que al día siguiente le quitaron la lonchera nuevamente y ya pueden imaginarse la escena. Si mi abuelito tenía dudas sobre los culpables de su hambruna en el colegio solo le hubiera bastado con ver cuales de sus compañeros estaban buscando desesperadamente agua a la hora de comer.

En conclusión, miren siempre lo que están por llevarse a la boca, y si es un sandwich ábranlo antes de morderlo.

El efecto Lewis Carroll

Odio la poesía. Y no suelen gustarme los villanos. Me aseguro que muchos lo sepan. Pero por alguna razón cuando escuché el poema de La morsa...